ERRORES A EVITAR EN LOS NEGOCIOS DE MANUALIDADES
Cuando lees que la mitad de las empresas mueren a los 5 años de su creación, también las de nuestro sector, no puedes evitar sentir un sudor frío por la espalda. Pero aunque estos datos duelan, es vital conocerlos para estar preparados y buscar por todos los medios que esto no le ocurra a uno. De ahí la cita “más vale prevenir que lamentar”.
1. NO VERSE COMO DUEÑOS DE UN NEGOCIO
La mayoría de estos negocios se decidieron a emprender por amor a su arte, a crear o a diseñar, como un intento de vivir de ello. Otros, después de finalizar sus estudios artísticos e intentar en vano encontrar un trabajo, deciden como única alternativa a no renunciar a su sueño trabajar por cuenta propia. Un “intento” y “no tengo más remedio” no es el mejor punto de partida para iniciar un negocio. A pesar de ello, la buena noticia es que, con la formación adecuada, esta manera de empezar tiene remedio. De hecho, en muchos casos, si no hubiera este impulso emocional en los orígenes, no lo hubieran hecho nunca. No hay nada bueno o malo de manera absoluta.
No obstante, su mayor freno a la hora de mejorar su situación es el bloqueo que les provocan las palabras “negocios” o “empresa”. Las sienten como si no tuvieran nada que ver con ellos cuando precisamente la falta de conocimientos relacionados con ellas son las que los llevan al fracaso y son fuente de frustración constante.
Lo que suele pasar casi siempre es que empiezan poco a poco, asisten a algunas ferias y mientras dura este proceso no saben, ni aproximadamente, si están ganando dinero porque no tienen control de sus ganacias ni de sus gastos. Van haciendo, hasta que un día se dan cuenta que para llevar un vida mínimamente normal no tienen suficientes recursos y se cansan de ir ahogados trabajando mil horas. Mientras no tienen muchas obligaciones, aparentemente todo funciona, incluso tienen períodos muy buenos. Pero de media la verdad es que apenas les llega para comer, pagar el alquiler y poca cosa más. Cuando llega el momento de pensar en formar una familia, afrontar un imprevisto o responder a los gastos que implica un problema de salud… supone un choque con la realidad que les hace reaccionar, casi siempre, y por desgracia, para cesar su actividad.
2. FALTA DE CONOCIMIENTOS EN NEGOCIOS
La mayoría de negocios creativos que se lanzan a emprender carecen de estos conocimientos.
Tener estos conocimientos no es garantía de éxito, pero lo que sí está claro sin lugar a dudas es que tenerlos que aumenta exponencialmente sus posibilidades de conseguirlo, o de que el desastre sea menor y les queden ganas de volverlo a intentar.
No se deje engañar, no hay que tenerle miedo a este tipo de conocimientos. Todo el mundo está perfectamente capacitado para aprenderlos, aunque “seas de Letras”, excusa en la que yo misma me escudaba.
Un falso mito que tenemos que desterrar de una vez por todas es que las mentes creativas solo sirven para ciertas cosas o que no son personas responsables.
3. FALTA DE EDUCACIÓN FINANCIERA MÁS QUE FALTA DE FINANCIACIÓN
El problema radica en el conocimiento que tienen los emprendedores sobre el dinero, qué ingresos deben tener para llevar la vida que desean, para mantener su negocio, para obtener beneficios pero también para reducir gastos, fijar precios, saber cuándo invertir y recuperar esta inversión…
En este sentido, calcular los precios de sus productos y servicios es sin duda el primer problema al que se enfrentan y que, al no hacerse acertadamente, se convierte ya en el peor de los inicios al que se suman otras desafortunads e improvisadas decisiones. A veces venden mucho y en apariencia tienen éxito, pero al no tener el precio adecuado trabajan mucho sin ver apenas resultados.
A lo largo de los años es vital hacer chequeos y evaluaciones continuas. Hay que seguir trabajando y sobre todo no olvidarse de invertir en reciclaje para estar al día de las novedades y los retos que te presenta el mercado y la competencia. De esta manera podrás adaptarte a los cambios de manera relajada y actuar en lugar de reaccionar y acabar aplicando medidas desesperadas que no suelen llegar a buen puerto.
Por ejemplo, si hay un producto que te encanta pero no da beneficios sino pérdidas saber detectarlo y averiguar el por qué y tomar decisiones al respeto.
4. FALTA DE CONFIANZA EN UNO MISMO
Este es un gran hándicap entre los creativos ya que, aunque adquieran los conocimentos anteriormente mencionados de negocios y financieros, si no creen en ellos de poco les servirán.
Nuestros condicionantes personales, la educación recibida, nuestra relación personal con el dinero, el apoyo que tengamos… son nuestra fuerza o nuestro punto débil.
Aunque la falta de formación es algo que tiene fácil solución, un cambio de mentalidad lleva mucho más trabajo, pero es posible conseguirlo. Empezar por ejemplo por leer sobre la psicología del dinero puede ser un gran inicio que nos puede ayudar de manera significativa.
Si nosotros no tenemos confianza en nosotros mismos nuestros clientes tampoco lo harán.
5. NO CONOCEN A SU CLIENTE IDEAL
Comenten el error de pensar que todas las personas son sus posibles clientes y lo cierto es que solo las que valoren su trabajo y sean afines a su manera de hacer y ser serán las que comprarán, sin discutir el precio, el resultado de su trabajo. Como casi todo lo importante en la vida se trata más de calidad que de cantidad.
El motivo por el que no llegan a su cliente ideal es porque no realizan el vital trabajo previo de pensar en él: cómo es, qué gustos tiene, cuál es su poder adquisitivo, dónde y cómo compra, qué lee… estos datos son determinantes para establecer una buena conexión con ellos y construir una relación sólida con ellos, todo ello antes de empezar si quiera en pensar en vender. El marketing y la comunicación serán dos herramientas clave para conoceros, ambos, a fondo.
Debes ser proactivo y no esperar a que lleguen y para ello deberías dedicar el 40% a esta parte de tu negocio.
Un dato importante que tiene que ver con la descripción de tu cliente ideal es el precio de tus productos y de que gama son: baja, media o alta. Una vez más los conocimientos de empresa y finanzas son necesarios aquí y no se pueden desvincular de ninguna de las partes de tu negocio
6. FALTA DE CONOCIMIENTOS DE MARKETING
Como te comentaba antes, y estoy segura que esto no le ha sorprendido, el objetivo de los negocios creativos no es casi nunca hacer dinero; sí lo es muy a menudo comunicar un mensaje a través de su trabajo que contribuya al bien de las personas o de la comunidad, una causa social, medio ambiental… El marketing es la herramienta que te permitirá hacer llegar este mensaje a un número mayor de gente.
No lo vivas como una técnica de venta, aunque te acabe trayendo beneficios económicos, hay que vivirlo como una manera de alzar tu voz con el mensaje que tú desees. Vender es parte del proceso, es una consecuencia, que es a su vez la que te permite seguir compartiendo tu manera de ver el mundo para mejorarlo.
Como personas sociales que somos lo que hacemos más habitualmente es comunicarnos y compartir. No debe haber diferencia con tu trabajo.
7. NO SABEN CUÁL ES SU VALOR DIFERENCIAL
Si no sabes qué tienes de especial, qué te hace diferente de la competencia estarás constantemente inseguro. Este punto tienen mucho que ver con el punto en el que te hablo de la falta de confianza en uno mismo.
Partiendo de la base de que como persona eres diferente a cualquier otra, tu obra también va a ser así. El trabajo creativo tiene mucho de personal y es ahí dónde radica la diferencia, más que en la parte técnica. Su manera de pensar, de ver el mundo, tus experiencias… cómo se lee ello en tu trabajo será tu valor diferencial.
Si te cuesta llegar a descubrir qué es lo que te hace especial tendrás que hacer uso de las diferentes herramientas que existen para este fin. No te des por vencido puesto que absolutamente todos somos únicos y tenemos cosas que aportar al mundo.
8. NO VENDEN ONLINE
La venta online da muchísimo trabajo, pero si se hace bien, vale la pena por los buenos resultados que supone a nivel económico.
Para vender con éxito online hay que crear toda una estrategia y planificación, como debes imaginarte no se trata solo de abrir un par de redes sociales y empezar a vender, por más increíble que sea este, el producto y sus fotos e incluso los precios y la forma de presentación de estos. El universo internet es casi infinito y tus clientes ideales deben conocerte primero y después tener ganas de comprar tus productos.
Tener conocimientos de marketing, email marketing y autopromoción se hace, más que nunca, imprescindible. Y saber inglés es una herramienta que deja de ser un extra para pasar a ser totalmente necesaria.
Las últimas informaciones que tengo de este año a nivel de comercio electrónico indican que el porcentaje de ventas online ha aumentado de tal manera que muchos especialistas vaticinan que las tiendas pasarán a ser lugares donde vivir experiencias más que espacios donde comprar.
9. NO ASUMEN LOS CAMBIOS COMO ALGO NATURAL
Tener la capacidad de adaptación a las circunstancias es vital y sentir cada cambio como una angustia es, por contra, la peor manera de vivir un negocio y como consecuencia tu vida. Mantener esta situación, aún teniendo éxito, te llevará a un nivel de estrés que no compensrá en absoluto, y tu salud física y mental se resentirá.
Ante todo, y a pesar de los malos momentos, tener un negocio propio de estas características tienen que ser fuente de grandes momentos de felicidad que compensen todo el trabajo.
Tener herramientas de evaluación periódicas y la capacidad de aplicar cambios es la única manera de mantenerse.
La cuestión es estar lo mejor preparados posibles para cuando lleguen, porque sin duda lo harán, y tener una actitud positiva para afrontarlos.
10. DEMASIADO FOCO EN LA PARTE CREATIVA DEL NEGOCIO
Esta es la consecuencia de lo que te decía en el punto 1. La proporción desmesurada dedicada a su arte, a crear o a diseñar con respecto al resto de áreas del negocio lleva inevitablemente al cierre. Saber reconocer que la importancia de la parte administrativa, ventas, marketing, logística… son igual de vitales o más que la creativa, sobre todo al principio, y renunciar a esta idea es algo muy difícil de asumir.
No obstante, no estoy diciendo que esto será siempre así. Gradualmente la parte creativa ganará horas, aunque será lento, si tienes una buena organización del trabajo. Conseguirás tiempo de calidad para dedicar a esta área cuando tengas la satisfacción de haber hecho lo que debías en el resto. Si no, pronto dejarás de disfrutar de ella por la angustia de no saber qué pasará y si venderás lo que estás creando.
Este punto es tan delicado que a menudo el creador asume el papel de director y coordinador y acaba dejando esta parte de lado casi sin darse cuenta. Si pasados los años ves que lo que has conseguido a nivel negocio no es lo que querías, a pesar de que te dé dinero, es el momento de parar y valorar si quieres seguir así, aplicar cambios o cerrar.
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